«Aunque las islas Canarias para algunos sean un paraíso, para los vegetarianos serían más un purgatorio y todavía peor para los veganos». Tras leer esta sentencia tan contundente en la guía Lonely Planet de Canarias (edición de Abril de 2012), la calidad gastronómica de mi viaje a Lanzarote estaba en el aire. Y más tras visitar el buscador de restaurantes vegetarianos/veganos de HappyCow. Sin embargo, además de no tener ningún problema para mantener mi dieta alejada de productos de origen animal, me he llevado alguna que otra grata sorpresa.

En el hotel H10 Sentido White Suites, en el que me alojé en régimen de media pensión, tuvieron en cuenta desde el primer momento -sí, como si fuera algo normal- mi ‘particularidad’ y me ofrecieron platos alternativos.

Así, por una parte, pude disponer cada día de la comida del bufet libre: salteados de verduras, ingredientes para elaborar ensaladas, variedad de pan -ojo, hay unos que pintan con huevo-, mermeladas -me hice adicta a la de higos y cactus, que también venden en los supermercados como souvenirs, marca San Bernardo- y, a veces, arroz. Y, además, pude degustar los siguientes platos:

Para el desayuno, la oferta era más limitada, pero suficiente para coger fuerzas y recorrer la isla del fuego. Leche de soja, cafés, tés, zumos, chocolate caliente (preparado con agua), panes, mermeladas y fruta. Verduras y champiñones. Hubiera sido perfecto poder disfrutar también de algún bocadillo vegano o cruasán vegetal (todos estaban rellenos de jamón o queso).