Viernes de migas

Migas_1

Hace unos años decidí que tocaba aprender la receta de las migas y desde entonces he estado procrastinando esta entrada mientras seguía repreguntando algunos detalles de la sencilla elaboración a mi yayo. Pero ya no puedo seguir haciéndolo.

Mi abuelo materno, llamado Juan, era un hombre de costumbres. Cada viernes, cocinaba con gusto migas. Ni su cojera al caminar ni su inestabilidad al estar de pie se lo impedían. Y las preparó hasta su último viernes, nuestro último viernes de migas.

Porque cada semana parte de la familia y algunas amistades subíamos la escalera tortuosa que separa su casa de la calle para reunirnos en torno a este llamado plato de pobres, una elaboración que llenaba día sí y día también los estómagos de los más humildes en la España de la posguerra.

Las migas eran la excusa perfecta para ponernos al día, hablar de la lluvia que no caía o de los aviones que sobrevolaban su terraza, leer el horóscopo tras confirmar que no nos había tocado ni un céntimo en la lotería y jugar a «el se cayó».

Hoy, tristemente, sumo un viernes más sin migas, pero comparto su receta, tal y como le dije que haría.

Migas_Yayo

Hay muchas maneras de preparar migas. Juan lo hacía al estilo almeriense, si bien, mezclaba dos tipos de harina. ¡Ahí va la receta!

Ingredientes para unas 8 personas:

  • 500 gramos de sémola de trigo
  • 300 gramos de harina de trigo
  • Tres dientes de ajo enteros y sin pelar
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 800 ml de agua (la medida aproximada es un vaso de harina por un vaso de agua)

Elaboración:

  • Baña la sartén con un poco de aceite y echa los tres dientes de ajo.
  • Cuando estén medio fritos, añade un puñado de harina de trigo y remueve (para que el aceite no salte mucho al incorporar el agua)
  • A continuación, añade el agua y la sal. Y sube el fuego para que hierva.
  • Al hervir, echa la harina de trigo. Pasados unos 10 minutos, añade la sémola y remueve de abajo a arriba. Si ves que queda un poco blanda, pon más harina hasta que coja cuerpo. Remueve durante 5 minutos.
  • Haz un agujero en medio y echa aceite suficiente para que bañe toda la harina. Déjala a fuego lento para que se cueza. Retira los ajos y no dejes de remover de abajo a arriba. También tendrás que cortar la masa con la paleta para formar las pequeñas bolitas. Sigue así durante unos 30-40 minutos. Sabrás que están cocidas cuando al moverlas no queden pegadas. ¡Y ya están listas!

Puedes acompañar las migas con lo que te apetezca: pimientos, habas, rábanos, cebolla, granada, melón, berenjenas fritas, tomate… Yo las solía acompañar de espárragos (cuando era temporada), ensalada, melón y mi chorizo vegano favorito.

Migas_2

La tradición dice que las migas se sirven en una sartén en el centro de la mesa, pero en casa de mis abuelos, en cierto momento que no recuerdo, nos modernizamos y pasamos a servirlas en los platos de la serie Cuéntame, como el que veis en la imagen.

Espero que la entrada os haya gustado tanto como a mí recordar aquellos viernes de migas. Los echo mucho de menos. Al cocinero, más.

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