En mi viaje a Córcega del pasado verano, me alojé en la bella Villa Mimosa, situada en la bahía de Favone. Dominique, André y Clément, junto con varios mimosos gatitos y un adorable perro, consiguen que te sientas como en casa.
La villa cuenta con una piscina, un gran y colorido jardín y un huerto. Todo cuidado al mínimo detalle.
Para el desayuno, que se realiza en una gran mesa con el resto de huéspedes, la oferta apta para veganos constaba de diferentes tipos de pan, mermeladas caseras, fruta, café, tés y zumos. Los anfitriones siempre están dispuestos a ofrecerte lo que más te apetezca.
Además, Dominique y André prepararon una cena con mucho cariño.
Aquí el menú vegano:





Si os dejáis caer por Villa Mimosa, dejaros aconsejar por los anfitriones sobre los lugares de la isla que valen más la pena visitar.
Y si vais a Favone, os recomiendo hacer la excursión en kayak ‘crepúsculo’ con Acquavanua -el equipo es súper amable-. Visitas dos calas (en una de ella, paras a cenar) y haces snorkel en dos lugares diferentes: en unas cuevas y en otra zona para ver plancton fluorescente. Si tienes suerte, ¡verás delfines! Vuelves remando de noche, bajo la luz de la luna y de las estrellas, sintiendo la inmensidad del mar. ¡Inolvidable!
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